La literatura medieval
Contexto
histórico-cultural
Ø Límites cronológicos: la Edad Media abarca desde el siglo
V al XV.
Ø Como época literaria, en la
Península Ibérica se extiende desde el siglo X hasta el XV (La Celestina).
Sociedad
y cultura medieval
Ø La sociedad medieval se
articula en torno a tres estamentos: nobleza, clero y pueblo lla-no.
Ø En la Península conviven cristianos,
judíos y musulmanes; esta convivencia propicia una gran riqueza cultural y
literaria.
Ø La cultura es, principalmente,
religiosa y teocéntrica: Dios dirige el universo, el mundo es un lugar de paso
y la muerte se concibe como una liberación. Esta concepción de la vida ex-plica
el carácter anónimo y moralizador de la literatura medieval.
Ø Los monasterios son los
depositarios de la herencia cultural grecolatina y del pensamiento cristiano.
Ø A partir del siglo XIV aparece
un fuerte espíritu de diversión que habla de la alegría de vivir. Esta
transformación desemboca en un cambio de ideales y da origen al Renacimiento.
·
Primeras
manifestaciones literarias
Ø Glosas: breves anotaciones en castellano
encontradas en los márgenes de textos latinos, cuya función era aclarar el
significado de palabras o expresiones latinas de difícil comprensión. Las más
importantes son las de los monasterios de San Millán de la Cogolla
(emilianenses) y Santo Domingo de Silos (silenses).
Ø Jarchas y cantigas: constituyen diferentes modalidades
de una lírica popular común a toda la Península. Son breves cancioncillas de
tema amoroso que entona una mujer ante la ausencia del amado y en las que tiene
como confidentes a su madre, a sus hermanas o a la naturaleza.
Las jarchas están escritas en lengua
mozárabe y las cantigas, en gallego-portugués.
Ø El mester de juglaría: oficio de
juglares
Siglos
XI-XII. Constituye la épica medieval, que trata de ser una continuación de las
gran-des epopeyas grecolatinas. Canta las hazañas de los grandes héroes. Es el
origen de la novela.
Sus características principales
son:
·
Carácter
anónimo (juglares) y transmisión oral.
·
Uso
de una métrica irregular.
·
Los
temas son siempre épicos: ensalzan la figura del héroe.
·
Composiciones
de carácter realista: el protagonista no es un simple modelo, es un ser
creíble.
De
los cantares de gesta nacen los romances: poemas formados por una serie
indefinida de versos octosílabos con rima asonante en los versos pares, que se
caracterizan por su concentración expresiva y emotividad.
La obra más representativa de los cantares de
gesta es el Cantar de Mio Cid:
Carácter
anónimo, el manuscrito que se conserva está firmado por Per Abatt, un
copista, en el siglo XIV.
La métrica es
irregular; los versos, de arte mayor, aparecen agrupados en tiradas de
dis-tinta extensión y con rima asonante.
Uso
de motivos y fórmulas fijas para describir a los personajes: epítetos épicos.
Está
compuesto por tres cantares: Cantar del destierro (Alfonso VI destierra
al Cid), Cantar de las bodas (el Cid casa a sus hijas con los infantes
de Carrión) y Cantar de la afrenta de Corpes (los infantes humillan a
las hijas del Cid, quien pide justicia al rey y la obtiene).
Los
temas centrales son la recuperación del honor perdido y la lucha de
religiones duran-te la Reconquista.
Los
personajes se caracterizan por la profundidad psicológica y el realismo.
La épica medieval tiene, fuera de España,
manifestaciones importantes: Chanson de Ro-land (Francia) y El
Cantar de los Nibelungos (Alemania).
Ø El mester de clerecía: oficio de
clérigos
Se
inicia en el siglo XIII. Sus características son:
Métrica
regular: estrofas de
cuatro versos alejandrinos que riman en consonante (cuader-na vía).
Temática
religiosa con
intención didáctica y moralizadora: transmitir valores cristianos.
Los autores tienen un origen culto y
son conocidos:
Gonzalo
de Berceo (siglo
XIII). Destaca como autor religioso:
Los
milagros de Nuestra Señora:
Esta obra consta de dos partes:
Introducción
alegórica. El narrador se presenta al lector como un peregrino.
Conjunto
de veinticinco milagros realizados por la Virgen en los que se manifiesta la
importancia de la devoción a la Madre de Cristo.
Arcipreste de Hita (siglo XIV). El
Libro de Buen Amor. Obra miscelánea (ejemplos, sátiras, textos
alegóricos y paródicos, etc.) de carácter religioso y autobiográfico.
Se
caracteriza por el tono jocoso, la mezcla de lenguaje culto y popular y la
ambigüedad de su intención: critica al amor mundano, pero el texto está cargado
de erotismo y alegría de vivir.
Ø La prosa medieval
Las
colecciones de cuentos medievales más importantes proceden de Oriente: Calila
e Dimna, El sendebar, Las mil y una noches. También destaca El Decamerón
de Giovanni Boc-caccio.
La
prosa didáctica
Alfonso
X el Sabio (siglo
XIII): gracias a su labor y a la de la Escuela de traductores de Toledo, se
tradujeron al castellano obras científicas, filosóficas y literarias
grecolatinas, así como de árabes y judíos. Destacan Las siete Partidas (obra
jurídica) y La Grande e General Estoria (obra histórica)
Don Juan Manuel (siglo XIV): cultivó la
prosa docente y moralizadora. Su obra más conocida es El Conde Lucanor:
conjunto de cuentos que beben de la tradición oriental y que presentan la misma
estructura: el conde pide consejo a su criado Patronio, quien se lo da a través
de un ejemplo del que el conde ha de sacar su propia moraleja.
La
prosa novelesca
Durante el siglo XV se
extendió la lectura de libros de caballerías: narración de aventuras
fantásticas que vive un caballero impulsado por su afán de notoriedad y por el
amor a una dama. Las más importantes son el Amadís de Gaula y el Tirant
lo Blanc.
El
género más cultivado fue la novela sentimental, de marcada influencia
italiana.
Ø La poesía cortesana
Esta
poesía se desarrolla en el siglo XV. Presenta dos variedades: canción
lírica y de carác-ter doctrinal. Los autores más representativos son:
Juan de Mena: Laberinto de
fortuna (Consta de cerca de trescientas coplas de arte ma-yor
castellana o “Coplas de Juan de Mena”: 12A 12B 12B 12A 12A 12C 12C 12A).
Marqués de Santillana: Canciones,
Decires, Serranillas (tradición provenzal), Infierno de los
enamorados (alegórico-dantesca).
Jorge
Manrique: Coplas
a la muerte de su padre. (Escritas en coplas de pie quebrado o
manriqueñas: sextillas con rima consonante. Su esquema es 8a 8b 4c 8a 8b 4c).
En ellas re-flexiona sobre la muerte y la fugacidad de la vida, y elogia la
figura de su padre. Máximo expo-nente del pensamiento medieval: desprecio del
mundo y búsqueda de la salvación eterna.
Manrique
habla también de tres vidas: la terrenal, la de la fama y la eterna.
La
obra poética de la mayor parte de los autores de este periodo se recoge en
colecciones a las que se dará el nombre de Cancioneros.
Ø El teatro medieval
Durante
la Edad Media, el teatro se encuentra vinculado a las ceremonias litúrgicas y
ape-nas se conservan textos (Auto de los Reyes Magos).
Las
representaciones teatrales tenían lugar en los claustros o pórticos de las
iglesias. Poco a poco introdujeron elementos cómicos y profanos, y se empezaron
a representar las obras teatrales en las plazas públicas.
A
finales del siglo XV aparece La Celestina, obra literaria
de difícil clasificación, escrita de forma dialogada, pero que, debido a su
larga extensión, no se representaba. Sus características principales son:
Intención moralizante: el autor,
Fernando de Rojas, pretende transmitimos los peli-gros del loco amor, de los
vicios y la ambición, del amor carnal y humano, pero se recrea en aquello que
quiere criticar, prueba de ello son los innumerables episodios eróticos, que
aproxi-man esta obra al movimiento literario posterior: el Renacimiento.
La
obra y su intención suponen el fin del pensamiento medieval y el comienzo de
una nue-va mentalidad: el mundo del Renacimiento y el antropocentrismo.
La profundidad psicológica de los
personajes (Celestina, Calixto, Melibea ... ).
La mezcla de lenguaje culto y popular
que refleja la convivencia de dos mundos distintos (noble y plebeyo).

